31/8/15

II Cross San Bartolo Villa de Huerta

Con esta carrera completo la trilogía de entradas atrasadas. La carrera se disputó el sábado 22 de agosto a las 20 horas. Había habido un par de tormentas por la tarde en la ciudad y se había levantado viento. Recojo a un amigo que iría de público y dirección al pueblo en cuestión previo paso por el de al lado para salir con el amigo con el que iría. Llegamos a Huerta y ya hay ambiente. Vamos a buscar el dorsal y ya nos dan la bolsa con camiseta, manzana, barrita de cereales, fertilizantes y una planta. Vamos a dejar las cosas al coche y a la salida. PUM! Allá vamos. Salida muy rápida y nosotros con ella. Mi amigo le da un beso a su niña cuando pasamos a su lado y yo le dejo a la madre de este una pulsera que se había desabrochado y no podía cerrarla. Salimos del pueblo y nos metemos en la carretera. Yo le digo a mi amigo que vamos rápido y él que no. Pasamos el primer km por debajo de 5'. Mieeedo. Era imposible aguantar ese ritmo y más después de una semana mala de entrenamientos. Giro a la izquierda para salir de la carretera y tramo de cemento para ya adentrarnos entre maizales. Pasamos por el km 4 y el viento se hace notar y llevo una sed considerable ya. Y el ritmo ya no es tan bueno. Yo le digo a mi amigo que tire y él que no. Nos cruzamos con los primeros, que bajan como rayos. Giramos y un viento... y ya necesitaba agua como el comer. En el reglamento ponía que el avituallamiento estaba en el 5,5, justo hemos pasado por el 5. Pero pienso que es la zona que nos hemos cruzado con los primeros y allí no había nada. Mi cabeza iba bloqueada y pensaba en el agua. Pasamos por el 6 y ya veo que están unos chavales con las botellitas. Uff! Mi salvación! Le digo a mi amigo, que iba sobrado, que tire hacia adelante, que voy a bajar el ritmo porque necesitaba beber. No sé si eran mis fuerzas o que el viento apretaba demasiado pero parecía que no avanzaba. Salimos a la carretera y me uno a un hombre con el que haría la parte final. Volvemos a otro camino que nos llevaría a la ribera del río. En esta primera parte los árboles tapaban la poca luz que había ya, y unido al terreno irregular iba con mil cuidados. Así que dejé que el hombre de rojo me pasara y así seguir sus pasos, la siguiente parte estaba más asentada. Una vez pasada esta zona de vegetación y antes de entrar en el pueblo, el ganador de la carrera y primer europeo en el maratón de Madrid de este año, Pablo Rodríguez, nos acompañó unos 300 metros que nos puso a mil y nos dejó casi en meta.
Un servidor, el hombre de rojo y Pablo Rodríguez.

Fueron 8770 metros y un ritmo medio de 5'13". Pagué excesivamente los primeros kms y notaba algo esa semana y pico de inactividad. Eso sí, después una jarrita acompañado de un montadito de chorizo y un pincho moruno. Lo mejor de la carrera, sin duda. Haciendo gala de ser Drinkingrunner.

Sonorama Ribera 2015

Un año más y van seis, cinco de forma consecutiva, poníamos rumbo a Aranda de Duero, al Sonorama Ribera. Un trayecto cómodo en coche, con parada técnica para comer en Peñafiel.

Aparcamos, y este año íbamos provistos de un carrito para hacer la "mudanza" más cómoda. Nos instalamos en la zona de acampada, un gran parque a las afueras de Aranda, donde sería nuestro alojamiento desde ese miércoles hasta la mañana del domingo, que regresariamos.

Mientras montábamos la tienda, lo que el cielo hacía presagiar, la lluvia hizo acto de presencia. Así que a darnos prisa para clavar piquetas y demás. Pero la recompensa nos esperaba en el bar de todos los años con una jarrita fresca de cerveza. Una cenita. y a ver al primero de la noche. Un poquito de blues con Jimmy Barnatán, quizá os suene porque hacía de Chuky en Los Serrano, pero su música de 10.
Después nos tomamos un descanso y a ver a Aerolíneas Federales para montarnos en el Delorean y regresar a la movida gallega. De hecho, la cantante no había salido, se llevaba una encima... Varias veces estuvo a punto de caer.
Y para terminar un concierto sorpresa Correos, escuchamos un par de canciones, pero el cansancio y el sueño llegaron. Al día siguiente más.

Jueves, 13
La mañana se despertó arrugada y con fresco, y lo peor, mi chica con dolores menstruales, y queriéndose morir. Así que aguantamos un poco más de lo habitual y llegamos a la Plaza del Trigo, en el centro de Aranda, para ver el concierto de Nunatak y una versión con la que ganó al público que estábamos allí. La fiesta continuó con Analogic. Para después ver un par de canciones en el escenario del autobús, uno de los dos grupos de mi ciudad, Bye Bye Lullaby

Después de la comida, regreso al camping para una ducha congelada y reponer algo de fuerzas para los conciertos en el recinto. De camino vimos a Leonor Watling con su grupo Marlango. Y una vez dentro vimos acabar el concierto de Tulsa. Un viaje a los 90 para el Chup Chup de Australian Blonde.
Y venía el plato fuerte del día, el homenaje a Enrique Morente de la mano de Estrella Morente, Soleá Morente y Los Evangelistas, Morente Vive!
A continuación retornaríamos en el tiempo y nos lo pasaríamos en grande con Pablo Carbonell y Los Toreros Muertos. Y a la cama, estábamos agotados, y al día siguiente más. Nos quedamos con las ganas de escuchar a Dinero y La Habitación Roja.

Viernes, 14
La mañana amaneció también gris y con dolores de tripa por parte de mi novia, así que a esperar un poco, a ver si cesaban. Llegamos a la Plaza del Trigo en los últimos compases de Belize. A continuación fuimos a ver al otro grupo de mi ciudad, Estrogenuinas. Terminado estas, Full que sonaron muy bien, marcándose una gran versión de Maga. Y venía una sorpresilla, La Habitación Roja repasando los temas que más les gustaban para versionarlas. Como Don't look back in anger de Oasis.
Y la sobremesa acababa con los djs de Tardeo para atrasar la llegada al camping y la temida ducha.

La noche se presentaba dura, por la tarde lo habíamos dado todo con los djs y sus temazos. Llegamos a ver el final del concierto de los barbudos de Arizona Baby (el vídeo es de hace seis años en la Plaza del Trigo, este año fue en el escenario principal). Después nos acercamos a ver el comienzo del concierto de Miguel Campello y yo lo recordaba de su anterior formación El Bicho y no ha cambiado. Después de ver lo loco que se volvió nos fuimos a ver a alguien más tranquilo como fue Jero Romero. Aunque hace tres años fue aún mejor en la Plaza del Trigo. Después de Jero no podíamos más y las ganas de ver a Supersubmarina y sobre todo a La M.O.D.A las dejaremos para otra ocasión. Había que recuperar para el día siguiente.

Sábado, 15
Amanecía mejor y rumbo al pueblo para escuchar a Tortel, Señores y Rufus T. Firefly. Estaba la plaza a reventar, yo creo que nunca la había visto así y era tan agobiante que no pudimos quedarnos al concierto sorpresa, Aloha Carmouna acompañado de Zahara haciendo versión de Que no de Deluxe; Xoel López haciendo Turnedo de Iván Ferreiro; Ángel Stanich versionando Mi Realidad de los Lori; Marc Ros se convertía en Santi Balmes y cantaba Club de fans de John Boy y Pucho hacía lo mismo con Ser Brigada de León Benavente. Pero era estar allí o morir y eso que no hacía calor... Estábamos tan cansados que no nos quedamos a la fiesta de los djs y eso que llevaba la camiseta de Homer sexy.
Directos a la tienda a descansar. Y nos levantamos como nuevos. Eso sí, ya no nos duchamos. Cenamos y a ver a Xoel López, él solo, en el escenario principal. Y pasada de concierto. Cada concierto que le veo está espectacular. Nunca defrauda. Un poco de espera para escuchar en primera fila a Eladio y Los Seres Queridos, geniales también. Aquí con Los dinosaurios.

Y llegaban los esperados, Vetusta Morla. Con una gran puesta en escena, pero una pena de sonido. Se escuchaban muy bajo y cuando Pucho hablaba no se entendía nada, menos mal que no estuvo muy charlatán, como en otros conciertos. No sé si fue culpa del grupo, de los del sonido o qué pero allí apenas escuchábamos. Y no era solamente cosa mía, que sí que estoy algo teniente, pero hubo un par de ocasiones que el publicó coreó aquello de "no se escucha". Es un poco lamentable que en casi dos horas de concierto no lograran solucionar ese problema de sonido.


De este Sonorama 2015 me quedo con los conciertos de Xoel López y de Eladio y Los Seres Queridos, con los bocadillos y litros de tinto de veranos del Bar La Biblioteca y claro, está, la buena compañía.
Y como todos los años, muy deficiente los baños en el camping. No sé qué les costarán poner más o que el camión que los limpia pase dos veces al día.

IV Carrera Popular Vicente Martín-Arribes

Con un poco de retraso, por falta de tiempo, os detallo la crónica de esta carrera del 8 de agosto.
Os pongo en antecedentes se disputa en un pueblo, La Zarza de Pumareda, enmarcado dentro del Parque Nacional de Arribes del Duero.

El impulsor de esta carrera es Vicente Martín, un atleta en silla de ruedas, que es un habitual en carreras populares en Salamanca y en otras ciudades, aquí os dejo un par de vídeos realizados por él de la San Silvestre Salmantina, de la Rock and Roll de Madrid y de la Behobia-San Sebastián

La carrera se disputaba por la tarde, a las 19:30, así que por la mañana aprovechamos para acercarnos a otro pueblo de las Arribes, Aldeadávila de la Ribera, más concretamente a la Playa del Rostro, para remojarnos y después de comer practicar un poco de piragüismo, una hora que se nos hizo eterna, remando y remando, bueno, en realidad no fue así, a veces nos dejábamos llevar por la corriente.
Después ya nos acercamos a La Zarza y aprovechamos que hay tiempo para hidratarnos en el bar del pueblo y estirar un poco las piernas. Se acerca la hora, así que voy al coche para cambiarme.
Voy a la zona de salida y meta, que este año no está donde los otros años. Dan los agradecimientos, suena AC/DC y hacemos la cuenta atrás. ¡PUM! Al lío.

Y la carrera ya empieza a ponerse cuesta arriba. Mi intención es de ir no muy forzado, así que 5'15"-5'20". En plan perro. El recorrido me lo conocía de otros años ya que era mi tercera participación, así que sabía dónde regular y dónde dejarme llevar.
Ya dejamos el cemento y nos metemos en la tierra. Mucho más cómodo, pero miro el reloj y voy deprisa. Así que aflojo. Un ciclista con cámara, así que poso como he aprendido de los @Drinkingrunners y @contadordekm.

Me doy cuenta que en el desvío de otros años donde nos separamos de la carrera corta, este año está cortado y seguimos todos juntos. Me da en la nariz, que han cambiado el recorrido. Y un poco más allá ya los de la carrera corta tiran recto y nosotros a la izquierda.

Detrás de mí vienen dos veteranos, que dicen que por dónde nos meterán este año. Miro el reloj y veo que vamos a 5'20". Es el ritmo perfecto, así que me quedo ahí con ellos. Aunque de vez en cuando miro el reloj y la pantalla no se mueve de 5'. Miedo me da, que acabamos de pasar el km2...
Nos coge un veterano de Coslada y le decimos que se una, que contamos buenos chistes. Pero dice que va para adelante.

Antes del primer avituallamiento, cogemos a dos chicas y lo mismo, pero declinan la oferta sin una sonrisa. Hacia adelante.

Mi preocupación es cuando venga la zona de subida y que no conozco este recorrido (en realidad mi cabeza me jugó una mala pasada porque quitando la primera parte, el resto era el mismo recorrido) ya que vamos un pelín por encima de mi ritmo.

Pequeños subes y bajas. En las subidas cojo yo la iniciativa y voy un paso por delante de ellos.
Ya creo que ya los caminos pican hacia arriba. Y aún queda la mitad de la carrera. Adelantamos a varios chavalillos, que les animamos a seguir nuestro ritmo. Pero dicen que no pueden.

Tomamos el recorrido de otros años o eso me parecía. Recuerdo esa cuesta que el primer año me dejó tocadísimos los gemelos. Pillamos al de Coslada, que esta vez sí se une a nosotros y otra vez en la cuesta me pongo medio metro por delante de ellos, y yo pensando, voy a gripar el motor en cualquier momento. Cuando pitaba los kms, pasaba de mirar lo que marcaba el reloj.

Pasamos por el segundo avituallamiento y yo no cojo la botella, pues aún la tenía llena.

Sobre el km 7 pasamos a la que sería la segunda fémina, y va un poco atrancada, y la invitamos a unirse, pero dice que vamos muy rápidos para ella. Le decimos que aflojamos. Y dice que no. Unos metros más allá un chico va también medio muerto y este sí se une. Y los cinco vamos sin problemas y ya vemos el final del último repecho y el esperado giro a la izquierda para que un poco más allá sea de bajada. Decimos al chaval, que no nos dé el palo en el sprint. Y nos dice que no, que le hemos ayudado a llegar.
Aquí se nos descuelga el de Coslada y nos dice que ha sido un placer. Le animamos a seguir, que ya no queda nada. Pero nos abandona. Va muerto el pobre.

Ya entrando en el cemento de nuevo, uno de los veteranos le preguntan al chico que si es del pueblo, y nos dice que es de Palencia pero pasa el verano en casa de sus abuelos. Le decimos que esprinte, que no queda nada y que pase delante de nosotros, y que sea aplaudido por las mozas. Él en un principio no quiere, pero le convencemos con el tema de las chicas. Seguro que en el verbena ha triunfado.

Y así es, el chico recibe los aplausos, y después ya vamos los tres, que llevamos juntos desde el km 1 y pico. Nos aplauden entramos en meta, nos saludamos y quedamos para el año que viene.

El ritmo medio para los 9kms y pocos metros ha sido de 5'07". Me quedo un poco alucinado, aunque me lo esperaba cuando veía el ritmo en el reloj y salvo en la zona dura, en los demás tramos íbamos en torno a 5'-5'10". Incluso el penúltimo km por debajo de 5' y el último muy por debajo de 5'.

Mi tercera participación en esta carrera y si puedo (y si se celebra) la cuarta el año que viene.