27/12/15

San Silvestre Salmantina 2015

En la semana previa no tenía muy claro qué hacer. Luis, me propuso si él iba solo, me hacía de liebre para conseguir el sub 50. Yo no lo veía del todo. Además él estaba pendiente de si un padre de una amigo de su hija se presentaba.

Así que para qué correr solo. Me uní a ellos y a la diversión.
Yo tenía dorsal para salir delante, pero me quedé en la salida de ellos. 

Dan la salida y al mogollón. Mogollón que duraría hasta pasado el km 2. El hombre este no se cortaba y se quedaba detrás de nosotros, siempre delante. De vez en cuando le preguntábamos que qué tal iba y siempre nos respondía, a ver qué tal después de las cuestas. Pasamos el puente romano y ya se podía correr mejor. 

Primer obstáculo en forma de cuesta. Empieza picando hacia arriba nada más cruzar el puente de Salas Bajas y llega el Rock and Roll a la altura del Palacio de Congresos. Oye, pues ni tan mal. Llegamos a la peor parte para mí. El empedrado de la zona de Ciencias donde además me quedo un par de veces encerrado.

Una pequeña bajada y un repechillo para entrar en la calle Libreros, muy estrecha, donde el público nos espera con ganas en frente de la fachada del edificio de la Universidad.

Afrontamos un pequeño tramo en bajada con empedrado y nos metemos en la calle Compañía, cuesta abajo. Aquí avisamos a nuestro compañero, que recuperásemos para la subida de Ramón y Cajal, la primera parte más suave. Me separo un poco de ellos y me voy a chocar las manitas de unos niños. 

Vuelvo al grupo y comienza el empedrado avisando que comienza la subida. Me pongo delante por el centro y cuando me doy cuenta, miro para atrás, porque creo que había acelerado demasiado. Pero siguen detrás. Comienza la parte dura, pero vamos bien. Cogemos el agua del avituallamiento y se acaba la cuesta.
Aquí el amigo Luis cual vendedor de bebidas. Ofreciendo agua a todo el mundo pues había cogido dos botellas. 

Tramo llano y km 6.

Comienza la temida cuesta donde el año pasado me dio el tío del mazo pero bien.
Al lío. Es una cuesta muy tendida. La de veces que la habré subido de fiesta y no en muy buenas condiciones y se nos hacía eterna.
A nuestro invitado a la fiesta le veía bien, casi siempre un par de metros por delante de nosotros.
Casi al final de la subida me esperaban mis padres, les saludo y ale. No sé si era sensación mía, pero la habíamos hecho bastante rápida.

Ahora lo que queda es lo "fácil". Saludo a mis primos, que me esperaban donde todos los años y miro el reloj y vamos por debajo de 5'. Es verdad que es bajada, pero aún nos quedan 3kms. Pequeño repecho en la avenida de Portugal, que casi la subimos con la inercia de la bajada anterior. Aquí le comento a Luis la cantidad de gente, mucha más que el año anterior y aún queda Comuneros y el paseo del Rollo, que como cada año es una pasada.

Aquí ya nos fijamos que nuestro compañero no va tan bien. Le decimos que bajamos un poco el ritmo en la bajada para luego estar fuertes en la larga subida de Comuneros, pero nos dice que no.
En esto que en nuestro camino se nos cruzan unas enfermeras, muy golosas ellas, repartiendo pinchotazos a diestro y siniestro con sus inyecciones. Así que nos ponemos detrás de ellas. Pasamos el km 8 y se acaba la bajada. 

Tramo llano y a la vez miramos Luis y yo el reloj y entre unas cosas y otras vamos a 4'45". Giro de 180 grados y seguimos detrás de las enfermeras que van revolucionando al público. Tras la rotonda sigue lo duro. Es muy tendida y si no se regula, se te puede atragantar.
Entramos dentro del último km. Y pita el reloj y me asombro del tiempo. Por debajo de los 5'. 

Acaba la subida y nuevo giro y comienza una laaaaarga recta. Parece que a mis dos compañeros de viaje les han pinchado las enfermeras, que habíamos dejado atrás en la subida, vaya zancadas meten los dos, me cuesta pillarlos, además como soy especialista en quedarme encerrado, vuelvo a hacerlo. Me salgo de la encerrona y me pongo a su altura. 

Nuestro nuevo compañero al no tener dorsal, se sale antes de que comiencen las vallas altas, y ya me quedo yo solo con las zancadas de Luis, madre mía, me pierde el galgo, acorta la zancada y le cojo, últimos metros y volvemos a cruzar la meta de la mano.

Ya en el patio nos asombramos de los últimos kms, y lo bien que hemos afrontado las subidas.
Esperamos en el patio a la mujer de Luis y a sus niñas, que no querían moverse porque querían seguir viendo a la gente disfrazada. Esperamos a la liebre y su mujer y su niño y le felicitamos por lo bien que lo había hecho y nos vamos a rehidratarnos a un bar.

El tiempo final 53'37" a un ritmo de 5'20". Sin esos dos kilómetros del inicio hubiéramos rebajado un minutillo o algo más, pero qué necesidad había. Nos lo hemos pasado fenomenal. 


FELIZ AÑO NUEVO A TODOS

14/12/15

Carrera Popular de Guadalajara 2015

Una carrera de 11kms con muchos toboganes y que estaba dentro de la media maratón.
Cuando corro en la ciudad alcarreña no salgo de la senda del Henares. Así que en esa carrera iba a salir de mi zona de confort.

Dan la salida y comenzamos cuesta abajo para volver a subir lo bajado previamente. Aquí el chip en la zapatilla me molesta a ratos. Pequeña bajada y primer km. Muy conservador. Comienza una subida que solamente conozco la primera parte, me la tomo con calma, pero que sigue subiendo por calles desconocidas para mí hasta el final está el cartel del segundo km. Bajada pronunciada y llegamos a la zona conocida, rotonda de piedra y paseo de las estatuas (denominaciones propias). Paso por el km 3 y un olor a pasteles que te mueres. Siguiendo por el paseo de las estatuas, que creo que son los únicos metros planos del recorrido. Cuesta abajo y km 4, donde estaría mi chica de fotógrafa. En esta parte es donde "más" gente hay.


Pasándolo bien.

Se pasa una rotonda y me pongo a la altura de una chica y me dice que ahora empieza lo duro, llega el rock and roll de la avenida de Barcelona, pero no me pilla por sorpresa, la conozco. Es una cuesta en dos tramos, la segunda más dura. Unos 200 metros con un desnivel del 7%. Me veo muy bien, llego arriba y recupero bien en la bajada y km 5.

Me encuentro muy bien. Bajada tendida. Y ahí vuelve a estar la chica de antes. Pequeño tramo llano y avituallamiento. Otra vez para arriba, paso a la chica. Esta zona también la conozco. Hay una pizzeria increíble. Y en la rotonda acaba la cuesta y el cartel del km 6. Bajada donde vuelve a pasarme la chica de amarillo y empieza a decir a dos chicos, que cuidado, que viene una cuesta muy dura, que la conoce porque vive en la zona. Los tres vamos un poco acojonados, pero llega un veterano y nos dice que no es para tanto, y de él sí me fío y me voy para adelante. Tenía razón, poca cosa. De nuevo bajada, km 7, y ahora ya paralelos a la A2 hasta el final y con el perfil subiendo de continuo hasta el 9, pero muy bien de ritmo y sin cansancio. Iba disfrutando. 

Parte final con nuevos toboganes entre las rotondas del ciclista y del Quijote. 


Siempre saludando.
Nueva bajada, donde me deshago de la botella de agua, ya veo la piscina y pequeña subida hasta la entrada a la pista de atletismo. Justo en la entrada me espera mi chica, que me sorprende porque no la esperaba allí precisamente. 


Foto por sorpresa.

Vuelta a la pista y llegada a meta. 11 km en 57'50" y ritmo de 5'18".

Con una camiseta, dos piezas de fruta, agua y aquarius, una caja con bizcochos borrachos y una tableta de chocolate con miel en la bolsa del corredor.

Muy buena organización, pero escaso público animando.

13/12/15

Carrera de Papá Noel y quedada Drinkingrunners

Ya que mi novia no podría correr la San Silvestre Salmantina pues no estaría en España en esa fecha, se animó a correr la Carrera de Papá Noel. Eran 5 kilómetros que ella podría hacerlos bien.

La tarde de antes y probándonos los trajes, ella ya se quedó sin pantalón. La calidad de los mismos dejaba que desear...

Madrugón para llegar desde Guadalajara a Madrid, dejar el coche y coger el metro para dirigirnos al Santiago Bernabéu desde donde saldría la carrera. En la estación del metro acabamos de prepararnos y colocar nuestros trajes en orden. No éramos los únicos. La estación se había convertido en un vestuario improvisado de gente de rojo.

Antes de tomar la salida.




Parada técnica en los baños donde no había mucha gente y camino de la salida situada en uno de los fondos del estadio.

Cuando íbamos a tomar la salida, una simulada nieve nos caía encima de nuestas cabezas adornadas con el gorro rojo y blanco. La primera parte sería cuesta arriba hasta la glorieta que cruza la calle Alberto Alcocer y de allí otra vez cuesta abajo. Yo la veía muy bien. Así que aproveché a hacer una parada para despojarme del pantalón, que se me iba cayendo, y no podía correr adecuadamente. Vuelvo a pillar a mi chica y ya muy cómodos hasta el km2. Ahí ya unos gases que se sumaron a la fiesta no le dejaban ir tan cómoda y tuvimos que echar a andar y correr.

Así hasta la parte más baja de la carrera, un poco antes de la Glorieta de Emilio Castelar, que daríamos la vuelta e iríamos ahora subiendo. De manera increíble ese gasecillo se deshizo y cogió ritmo crucero hasta la meta. Aguantó mejor la parte de las subidas que la de bajada.

Y saltando, cantando y sonriendo entró en meta. Y yo muy orgulloso de ella.


A continuación fuimos a un bar a tomar un tentempié y rumbo a la Casa de Campo donde se celebraba una de las quedadas de reogida de alimentos que realizan los Drinkingrunners, llegamos cargados con litros de leche, cereales, galletas y justo a tiempo para ponernos a la cadena. Esta vez habían conseguido engañar a la atleta Eva Arias para que fuese madrina del evento. Saludos a Jorge y a su hijo Eneko, a los cuales ya conocía. Desvirtualicé a Laura, que me fue presentando a Rafa Castillo, Juanvi, Chema, y al gran Pablo Carmenado. A ver si para las próximas puedo estar de principio a fin.

10/11/15

Behobia-San Sebastián 2015

Os hago aquí el previously de la previa

Finalmente encuentro a mi amigo, que iba a ser la cordura. Ya lo había sido en muchas tiradas largas, aquí no va a ser una excepción. Suena Mi gran noche de Raphael y a continuación Revolución sexual de La Casa Azul. Y ya me he venido arriba.

Nuestra salida es la última. Y allá que vamos. En nuestro lento caminar me encuentro con Naiara, que la verdad que no sé cómo la reconocí pues no llevaba la verde de los Drinkinrunners, porque le metía mucho calor.
Nos acercamos lentos pero sin pausa a la línea de salida con música de AC/DC, música de Loquillo y en esto que por los altavoces resuena: "...para bailar la bamba..." Las pulsaciones de mi amigo se suben por las nubes. Mi amigo llegó a las 100. Casi lo damos todo bailando. Sosegamos, últimos consejos del speaker donde nos recomendaba mucha calma e hidratarnos muy bien. Ya estamos viendo el arco de #BoostBehobiaSS. Saludamos a las cámaras (eso se nos da muy bien). Cuenta atrás en vasco, bost, lau, hiru, bi, bat

y PUM!

Vamos al lío.

Poco a poco, cogemos el ritmillo. Ya mucho público desde la línea de salida y esto no cambiará, salvo excepciones.
Km.1 La recta de salida paralela al río Bidasoa y al final entramos en Irún, la carretera se empieza a empinar. El ritmo lento, no hay quien corra de gente que hay, creo que sale a 6'/km.

Ya en el km2 mi compañero me dice que no me asuste porque a unos 500 metros al salir de una rotonda nos metemos en la avenida Nafarroak y es una cuesta que verla asusta, yo le digo que vale y comenzamos a escuchar a la gente alrededor de las calles animando. Iba un poco alucinado y descolocado con la cantidad de gente. Este tramo lo hacemos a 5'46", todavía con mucha gente que te impide correr con soltura. 

En el km 3 la pendiente se hace más pronunciada, es como un tobogán. Estamos subiendo al paseo de Colón. Allí están esperándonos nuestras más fieles admiradoras: mi novia, la mujer de mi guardián y sus tres hijas que nos animan sin parar. Las pobres se están asolanando a base de bien. El tramo sale a 5'30", ya es una zona de toboganes y el ritmo se aproxima a lo que buscábamos.

En el km4 nos alejamos ya de Irún y el ritmo es de 5'21", en parte espoleados por la emoción de la carrera y también porque es una zona de ligera bajada.
Mi compañero, como siempre, con mucha cabeza y echándome el freno cuando lo consideraba oportuno. No íbamos de cháchara, muy pendientes de nuestro alrededor. Era algo serio, no una de nuestras tiradas hablando de series, de baloncesto o de cualquier cosa.

En el km5 seguimos bajando y se ve el avituallamiento a lo lejos poco antes de empezar a ascender el famoso Gaintxurizketa; en este punto de avituallamiento surge el mayor y casi único problema en mi opinión de la carrera; cuando vamos a coger el vaso con agua vemos que están vacíos, la avalancha de gente les sobrepasa y no les da tiempo a rellenar, nos dicen que cojamos el vaso y lo llenemos en unos cubos 20 metros más adelante llenos de agua, él ve a gente meter la cabeza incluso en el cubo para refrescarse por encima de sus posibilidades. Hay que decir que en todos los avituallamientos paramos a beber. Porque aquello era una auténtica locura. Y había que beber sí o sí, porque se superaban los 25 grados. El ritmo ha bajado hasta 5'15" y observando las pulsaciones me dice que va muy bien pero que no le gustan las pulsaciones que lleva y que hay que ser más conservador.
Me había estudiado desniveles y distancias, pero no sé si eran los nervios, el público o todo mezclado. Pero estaba muy despistado.

Estamos ya en el km6, en este punto yo nos asombramos de ver a muchísima gente subiendo andando cuando casi ni hemos empezado las rampas duras, no sé hasta qué punto se puede uno apuntar a una carrera como esta si en el km 6 ya estás sin fuerzas para correr aunque sea a 6'. Es una carretera ancha de dos carriles con gente sentada en los laterales al más puro estilo Tourmalet, no paran de darte ánimos, saben que este es un punto de dureza alto y no dejan de animarte con los típicos "Aupa", "Aupa Txapeldun"...el ritmo pasa a ser de 5'55", se nota la subida y sobre todo el calor, mucho calor.

El km7 es la parte principal de la subida a Gaintxurizketa, parece que no acaba nunca; en muchos tramos me acelero y es él quien tiene que echarme el freno, me encuentro bien, no dejo de animar a los muchos participantes que ya suben andando y con la cara demacrada por el esfuerzo. Este tramo sale a 6'08" y ya vemos el final del alto...Vamos!!! Parecía que no llegase el final de la curva con lo que sería la final de la subida, y encima a veces entra viento molesto.
Mucha gente a los lados, los camiones pitan al pasar. Todo el mundo animando. Dando las gracias por los ánimos. Sonriendo.

El km8 comienza con el último tramo del alto y ya comienza una larga bajada hasta Errenteria; el ritmo aquí se nos va de las manos y vamos a 5'19", aprovechamos para coger fuerzas que esto no ha hecho más que comenzar. Llega la bajada y esta es la parte más fea y desierta. 

El km 9 es un tramo en el que los corredores buscábamos la sombra del arcén izquierdo como si fuera una golosina, es un tramo en el que si aprovechas para recuperar se disfruta corriendo; acertamos con el ritmo de 5'29".

El km 10 pasa por Lintzirin, la primera parte es algo de bajada, después en el ecuador de la carrera nos cruzamos con El Pirata pinchando Heavy, en este caso Barricada, la gente se para a hacerse fotos con él, no deja de animarnos a todos mientras ondea su bandera; saludamos a sus colegas y buscamos el avituallamiento de agua e isotónico, como todos los del día abarrotados de gente en las primeras mesas, más libre en las últimas. Ritmo 5'38".

Km 11 entrada a los barrios de Errenteria, ESPECTACULAR!!!! parte llana, quizás la parte más llana de la carrera si es que puedes decir que hay algo llano en ella porque no lo parece... Ritmo 5'26".

km 12, estamos ya en la Alameda de Errenteria. Llegó el espectáculo, madre mía. Todo el pueblo se había echado a la calle. Música a tope en los pisos. Dos filas a cada lado de la calzada aplaudiendo, animando, gritando. Los pelos de punta. Una pasada. Nosotros agradecidos por los ánimos devolvíamos los aplausos y dábamos las gracias por los gritos de ánimo.

Tras atravesar Errenteria, estamos en el km13 con un olor a comida que se desprendía de las casas con las ventanas abiertas y la gente animando empiezas a subir la subida de Capuchinos, subida que engaña mucho porque no es muy larga pero es durísima, sobre todo al final. El ritmo 5'44"

No hemos acabado de subir Capuchinos y giras a la izquierda, estamos en el km14; empiezas a bajar hacia Pasaia, y después una bajada muy pronunciada. Ritmo 5'37".

En el km 15 empieza un sube y baja en Buenavista. A partir de aquí, ya no iba bien (o no sé desde dónde). No a nivel de piernas. Fue a nivel de estómago. No había bebido nunca tanta agua en una carrera. Notaba que el agua botaba en el estómago. Y bebía en el siguiente avituallamiento y no me quitaba la sed. Pensándolo de vuelta en el tren llegué a la conclusión de que llegué a meta deshidratado y que mi cuerpo no había asimilado todo el agua que había bebido. O había perdido muchas sales que no había repuesto. Ve mi cara y ve que algo no marcha bien. me dice que no me preocupe, que intente recuperarme que nos queda 1,5 km hasta empezar el alto de Miracruz. Pero mi cara ya no es la misma. Este km nos sale a 6'12, se nota que el rendimiento ha bajado.

El km 16 es de aproximación a la subida de Miracruz a través del barrio de Herrera, ya solo nos queda 1 km para llegar al alto, se ve perfectamente lo que nos viene por delante. El ritmo sigue siendo similar 6'09, vamos a tener que sufrir un poquito más.

Estamos ya en el km17, hemos conseguido seguir sin pararnos, me cruzo con un globo que me dice que hagamos un esfuerzo más y llegando arriba la carrera está hecha; aún no sé cómo llego hasta arriba, pero miro el cartel del Restaurante Arzak y sé que estamos arriba. Ritmo de 6'16".

Los últimos kms iba totalmente perdido. Menos mal que estaba él, que a partir de aquí se convirtió en mi guardaespaldas y protector. La primera parada que hice fue por un pequeño dolor de cabeza y él a mi lado. Las siguientes con náuseas.

El km18 es una larga bajada hasta el barrio de Gros en Donosti, la gente te envuelve a ambos lados de la carretera y no deja de animarte: "Venga campeones que ya está hecho..." "Ya lo tenéis ahí..." En este momento me paro y muy seriamente le digo: "Sigue tú solo, yo no puedo", me pregunta que si quiero vomitar, inicialmente parece que sí y nos acercamos al borde, paramos pero no vomito, y me dice que no me va a abandonar de ningún modo, que hemos preparado esto juntos y acabamos juntos. Descendemos Gros, el ritmo se va a 6'01 y ya tenemos al fondo Zurriola, me anima diciéndome que solo nos queda el equivalente a un tramo que solemos hacer cerca de mi casa y que es un sufrimiento corto. 
Ahí ya no pensaba en mí, pensaba en él. Le estaba jodiendo la carrera que tanto había preparado. Y de ahí mi bloqueo mental y agobio. 

Entramos en la avenida de Navarra, ligera subida hacia Zurriola y muchísima gente animando. Ya a los dos lados. Gente agolpada. Como en las llegadas de cualquier vuelta ciclista. Es el km 19 y lo pasamos andando a 6'36". Una mujer gritando mi nombre para que avanzara. 

Y por fin llegamos a la recta final, Zurriola, Kursaal y me dice que hay que entrar corriendo que en la meta están esperándonos con mucha ilusión nuestras fans. Arcos y más arcos. Nos ponemos a correr. Saca la cámara al más estilo Valentí Sanjuán para grabar estos momentos en vídeo, y así pasamos junto a nuestras mas fervientes admiradoras que nos animan sin parar. Cruzamos el Urumea y ya vemos los arcos de meta, un esfuerzo más y lo tenemos en la saca. 

SE ACABÓ.... 20 km en 1h56', un ritmo medio de 5'48"; manos en alto y abrazo, somos finishers de una carrera que de por si es dura y que las condiciones de este año han hecho una carrera todavía mas dura. 


Ojalá estos dos largos (para mí) kilómetros hubieran pasado de otra manera pudiendo sonreír y no llegar desencajado a meta.

Esa laaaarga recta interminable tendré que disfrutarla y a lo grande, así que ahí lo dejo...


Tras cruzar la meta, recibimos la medalla, nos quitamos el chip y nos dan la bolsa. Con galletas, agua, powerade, manzana y mandarina que me dio la vida. Y una cervecita con limón que me revitalizó. Después a coger la bolsa del guardarropa y a ver a las animadoras. Que estaban sentadas a la sombra.

Fotos, postureo, intercambios de opiniones y anécdotas entre los que habíamos corrido y las que lo habían dado todo animando.

Posando tras los 20 kms y con mi medalla de finisher.


Y luego los siete camino de nuestras respectivas estaciones para poner rumbo a casa.


Y aunque ya te lo he dicho, Luis, muchas gracias! Que eres un tío cojonudo. (y parte de esta entrada forma parte de tu diario ;))


Ha sido un fin de semana para recordar, en todos los sentidos, antes, durante y después de la carrera. Un besazo a mi novia, que una vez ha estado ahí, aguantando, todas esos rituales que tenemos los corredores, pasando calor y con la cámara al cuello. Y más si somos de esos del postureo.

9/11/15

Previa de la Behobia-San Sebastián 2015

La Behobia-San Sebastián era el principal objetivo de la segunda parte de 2015. Me las prometía muy feliz al haber hecho una tirada larga de 18 kilómetros con los últimos tres siempre picando para arriba y todo ello a un muy buen ritmo. Peeeeero...

Llegamos a las Vascongadas (como diría Dani Rovira) mi chica y yo el viernes, concretamente a Vitoria, para un poco de turisteo y degustar una suculenta cena en Erdizka Taberna regada con el zurito correspondiente.

Típica foto en Vitoria.


El sábado por la mañana rumbo a Guipúzcoa, donde nos alojaríamos en Tolosa. Ya que en San Sebastián, alrededores o Irún había sido imposible encontrar un alojamiento.
Todo iba muy bien, hasta que el GPS se volvió muy loco e hizo que entráramos en todo el casco antiguo, donde la gente estaba saliendo de una boda. Algo muy cómico. Nada más llegar a Tolosa, contemplamos que la gente llevaba pantalón corto y manga corta. Pensamos que los vascos son así, pero nada más bajar del coche comprobamos que hacía calorcete, después de la semana que había pasado en Salamanca, con alguna mañana de niebla y ligera lluvia. Dejamos las mochilas y al tren. Siempre con una botellita de agua.

Sobre las dos llegamos a Donosti para acudir a la feria del corredor previo paso a comer en uno de los múltiples bares que hay. Por la mañana hice una corta batida y me decanté por tres, resultando que uno de ellos estaba a escasos diez minutos de la estación de tren. Llamado El Rincón. En seguida nos hicimos fuertes en la barra y a base de pintxos comimos.
Para bajar la comida, qué mejor que un paseíto por el Paseo de la Concha, donde había gente tomando el sol, incluso dándose un baño, nos acercamos al Peine de los Vientos, que era una de las cosas que mi novia quería ver, y cuál fue nuestra sorpresa que estaba cerrado. Así que ella me dijo que el año que viene tenía que volver a correr la BSS para poder volver y así fotografiar la escultura de Chillida. Y además que una carrera en el País Vasco sin lluvia no es lo mismo.

Playa de la Concha en un día más que primaveral.


Autobús con dirección a Anoeta, donde recoger el dorsal. Muchísimos niños que acababan de terminar la carrera de los peques. Entramos en el estadio de la Real Sociedad y sin colas ni pérdida de tiempo recojo el dorsal. Nos indican que la bolsa del corredor se recoge en la feria, situada en el velódromo. Sin problemas para entrar, no como en la Rock and Roll que estuvimos en la fila dos horas. Así que allí vamos a recoger el resto y dar una vuelta por la feria, donde pude hacerme una foto con Martín Fiz.
Después de fisgonear por cada stand. Fuimos a dejar la mochila al camión del guardarropa.

Posando alegremente antes de entrar en la Feria del Corredor

Un pequeño paseo para volver al centro y comernos unos minicroissants de mantequilla recién hechos que casi nos hacen llorar. Qué deliciosos estaban.
Teníamos antojo de Queso Idiazábal, así que encontramos, o más bien, buscamos un supermercado para comprar un poco de queso y llevarlo a casa. A la vez aprovechamos para comprar lotería, de por si acaso.

Vuelta a la estación y a Tolosa donde nos esperaba una cena cargada de hidratos. Temprano a la cama y a descansar.

No nos teníamos que levantar excesívamente pronto, pero mi reloj biológico, unido a los nervios, hizo que madrugara un poco más.
Una vez puestos en marcha, nos acercamos al tren, que llegó atestado. Éramos sardinas enlatadas. Cuando el tren hizo parada en Donosti una familia se bajó y ocupamos sus asientos. Aprovecho para intercambiar carreras y experiencias con otro corredor llegado desde Albacete y con una señora muy simpática.

Llegamos por fin a Irún. Nos despedimos todos. Despido a mi chica con un beso, que se quedará para ver mi paso por Irún para luego coger el tren y volver a Donosti. Allí quedó con la mujer y las hijas de mi compañero y amigo de tiradas largas y series de jarras de cerveza en la terraza de un bar.

Él ya me estaba esperando en la salida, pues su mujer tenía familia en Irún y allí se alojaba. Monto en el autobús lanzadera, no en la lanzadera del parque de atracciones, que nos transporta a la salida.
Al bajar busco un baño portátil para evacuar todo el líquido extra. Y aquí me dispongo a encontrar a mi compañero que me esperaba en la gasolinera.

31/8/15

II Cross San Bartolo Villa de Huerta

Con esta carrera completo la trilogía de entradas atrasadas. La carrera se disputó el sábado 22 de agosto a las 20 horas. Había habido un par de tormentas por la tarde en la ciudad y se había levantado viento. Recojo a un amigo que iría de público y dirección al pueblo en cuestión previo paso por el de al lado para salir con el amigo con el que iría. Llegamos a Huerta y ya hay ambiente. Vamos a buscar el dorsal y ya nos dan la bolsa con camiseta, manzana, barrita de cereales, fertilizantes y una planta. Vamos a dejar las cosas al coche y a la salida. PUM! Allá vamos. Salida muy rápida y nosotros con ella. Mi amigo le da un beso a su niña cuando pasamos a su lado y yo le dejo a la madre de este una pulsera que se había desabrochado y no podía cerrarla. Salimos del pueblo y nos metemos en la carretera. Yo le digo a mi amigo que vamos rápido y él que no. Pasamos el primer km por debajo de 5'. Mieeedo. Era imposible aguantar ese ritmo y más después de una semana mala de entrenamientos. Giro a la izquierda para salir de la carretera y tramo de cemento para ya adentrarnos entre maizales. Pasamos por el km 4 y el viento se hace notar y llevo una sed considerable ya. Y el ritmo ya no es tan bueno. Yo le digo a mi amigo que tire y él que no. Nos cruzamos con los primeros, que bajan como rayos. Giramos y un viento... y ya necesitaba agua como el comer. En el reglamento ponía que el avituallamiento estaba en el 5,5, justo hemos pasado por el 5. Pero pienso que es la zona que nos hemos cruzado con los primeros y allí no había nada. Mi cabeza iba bloqueada y pensaba en el agua. Pasamos por el 6 y ya veo que están unos chavales con las botellitas. Uff! Mi salvación! Le digo a mi amigo, que iba sobrado, que tire hacia adelante, que voy a bajar el ritmo porque necesitaba beber. No sé si eran mis fuerzas o que el viento apretaba demasiado pero parecía que no avanzaba. Salimos a la carretera y me uno a un hombre con el que haría la parte final. Volvemos a otro camino que nos llevaría a la ribera del río. En esta primera parte los árboles tapaban la poca luz que había ya, y unido al terreno irregular iba con mil cuidados. Así que dejé que el hombre de rojo me pasara y así seguir sus pasos, la siguiente parte estaba más asentada. Una vez pasada esta zona de vegetación y antes de entrar en el pueblo, el ganador de la carrera y primer europeo en el maratón de Madrid de este año, Pablo Rodríguez, nos acompañó unos 300 metros que nos puso a mil y nos dejó casi en meta.
Un servidor, el hombre de rojo y Pablo Rodríguez.

Fueron 8770 metros y un ritmo medio de 5'13". Pagué excesivamente los primeros kms y notaba algo esa semana y pico de inactividad. Eso sí, después una jarrita acompañado de un montadito de chorizo y un pincho moruno. Lo mejor de la carrera, sin duda. Haciendo gala de ser Drinkingrunner.

Sonorama Ribera 2015

Un año más y van seis, cinco de forma consecutiva, poníamos rumbo a Aranda de Duero, al Sonorama Ribera. Un trayecto cómodo en coche, con parada técnica para comer en Peñafiel.

Aparcamos, y este año íbamos provistos de un carrito para hacer la "mudanza" más cómoda. Nos instalamos en la zona de acampada, un gran parque a las afueras de Aranda, donde sería nuestro alojamiento desde ese miércoles hasta la mañana del domingo, que regresariamos.

Mientras montábamos la tienda, lo que el cielo hacía presagiar, la lluvia hizo acto de presencia. Así que a darnos prisa para clavar piquetas y demás. Pero la recompensa nos esperaba en el bar de todos los años con una jarrita fresca de cerveza. Una cenita. y a ver al primero de la noche. Un poquito de blues con Jimmy Barnatán, quizá os suene porque hacía de Chuky en Los Serrano, pero su música de 10.
Después nos tomamos un descanso y a ver a Aerolíneas Federales para montarnos en el Delorean y regresar a la movida gallega. De hecho, la cantante no había salido, se llevaba una encima... Varias veces estuvo a punto de caer.
Y para terminar un concierto sorpresa Correos, escuchamos un par de canciones, pero el cansancio y el sueño llegaron. Al día siguiente más.

Jueves, 13
La mañana se despertó arrugada y con fresco, y lo peor, mi chica con dolores menstruales, y queriéndose morir. Así que aguantamos un poco más de lo habitual y llegamos a la Plaza del Trigo, en el centro de Aranda, para ver el concierto de Nunatak y una versión con la que ganó al público que estábamos allí. La fiesta continuó con Analogic. Para después ver un par de canciones en el escenario del autobús, uno de los dos grupos de mi ciudad, Bye Bye Lullaby

Después de la comida, regreso al camping para una ducha congelada y reponer algo de fuerzas para los conciertos en el recinto. De camino vimos a Leonor Watling con su grupo Marlango. Y una vez dentro vimos acabar el concierto de Tulsa. Un viaje a los 90 para el Chup Chup de Australian Blonde.
Y venía el plato fuerte del día, el homenaje a Enrique Morente de la mano de Estrella Morente, Soleá Morente y Los Evangelistas, Morente Vive!
A continuación retornaríamos en el tiempo y nos lo pasaríamos en grande con Pablo Carbonell y Los Toreros Muertos. Y a la cama, estábamos agotados, y al día siguiente más. Nos quedamos con las ganas de escuchar a Dinero y La Habitación Roja.

Viernes, 14
La mañana amaneció también gris y con dolores de tripa por parte de mi novia, así que a esperar un poco, a ver si cesaban. Llegamos a la Plaza del Trigo en los últimos compases de Belize. A continuación fuimos a ver al otro grupo de mi ciudad, Estrogenuinas. Terminado estas, Full que sonaron muy bien, marcándose una gran versión de Maga. Y venía una sorpresilla, La Habitación Roja repasando los temas que más les gustaban para versionarlas. Como Don't look back in anger de Oasis.
Y la sobremesa acababa con los djs de Tardeo para atrasar la llegada al camping y la temida ducha.

La noche se presentaba dura, por la tarde lo habíamos dado todo con los djs y sus temazos. Llegamos a ver el final del concierto de los barbudos de Arizona Baby (el vídeo es de hace seis años en la Plaza del Trigo, este año fue en el escenario principal). Después nos acercamos a ver el comienzo del concierto de Miguel Campello y yo lo recordaba de su anterior formación El Bicho y no ha cambiado. Después de ver lo loco que se volvió nos fuimos a ver a alguien más tranquilo como fue Jero Romero. Aunque hace tres años fue aún mejor en la Plaza del Trigo. Después de Jero no podíamos más y las ganas de ver a Supersubmarina y sobre todo a La M.O.D.A las dejaremos para otra ocasión. Había que recuperar para el día siguiente.

Sábado, 15
Amanecía mejor y rumbo al pueblo para escuchar a Tortel, Señores y Rufus T. Firefly. Estaba la plaza a reventar, yo creo que nunca la había visto así y era tan agobiante que no pudimos quedarnos al concierto sorpresa, Aloha Carmouna acompañado de Zahara haciendo versión de Que no de Deluxe; Xoel López haciendo Turnedo de Iván Ferreiro; Ángel Stanich versionando Mi Realidad de los Lori; Marc Ros se convertía en Santi Balmes y cantaba Club de fans de John Boy y Pucho hacía lo mismo con Ser Brigada de León Benavente. Pero era estar allí o morir y eso que no hacía calor... Estábamos tan cansados que no nos quedamos a la fiesta de los djs y eso que llevaba la camiseta de Homer sexy.
Directos a la tienda a descansar. Y nos levantamos como nuevos. Eso sí, ya no nos duchamos. Cenamos y a ver a Xoel López, él solo, en el escenario principal. Y pasada de concierto. Cada concierto que le veo está espectacular. Nunca defrauda. Un poco de espera para escuchar en primera fila a Eladio y Los Seres Queridos, geniales también. Aquí con Los dinosaurios.

Y llegaban los esperados, Vetusta Morla. Con una gran puesta en escena, pero una pena de sonido. Se escuchaban muy bajo y cuando Pucho hablaba no se entendía nada, menos mal que no estuvo muy charlatán, como en otros conciertos. No sé si fue culpa del grupo, de los del sonido o qué pero allí apenas escuchábamos. Y no era solamente cosa mía, que sí que estoy algo teniente, pero hubo un par de ocasiones que el publicó coreó aquello de "no se escucha". Es un poco lamentable que en casi dos horas de concierto no lograran solucionar ese problema de sonido.


De este Sonorama 2015 me quedo con los conciertos de Xoel López y de Eladio y Los Seres Queridos, con los bocadillos y litros de tinto de veranos del Bar La Biblioteca y claro, está, la buena compañía.
Y como todos los años, muy deficiente los baños en el camping. No sé qué les costarán poner más o que el camión que los limpia pase dos veces al día.

IV Carrera Popular Vicente Martín-Arribes

Con un poco de retraso, por falta de tiempo, os detallo la crónica de esta carrera del 8 de agosto.
Os pongo en antecedentes se disputa en un pueblo, La Zarza de Pumareda, enmarcado dentro del Parque Nacional de Arribes del Duero.

El impulsor de esta carrera es Vicente Martín, un atleta en silla de ruedas, que es un habitual en carreras populares en Salamanca y en otras ciudades, aquí os dejo un par de vídeos realizados por él de la San Silvestre Salmantina, de la Rock and Roll de Madrid y de la Behobia-San Sebastián

La carrera se disputaba por la tarde, a las 19:30, así que por la mañana aprovechamos para acercarnos a otro pueblo de las Arribes, Aldeadávila de la Ribera, más concretamente a la Playa del Rostro, para remojarnos y después de comer practicar un poco de piragüismo, una hora que se nos hizo eterna, remando y remando, bueno, en realidad no fue así, a veces nos dejábamos llevar por la corriente.
Después ya nos acercamos a La Zarza y aprovechamos que hay tiempo para hidratarnos en el bar del pueblo y estirar un poco las piernas. Se acerca la hora, así que voy al coche para cambiarme.
Voy a la zona de salida y meta, que este año no está donde los otros años. Dan los agradecimientos, suena AC/DC y hacemos la cuenta atrás. ¡PUM! Al lío.

Y la carrera ya empieza a ponerse cuesta arriba. Mi intención es de ir no muy forzado, así que 5'15"-5'20". En plan perro. El recorrido me lo conocía de otros años ya que era mi tercera participación, así que sabía dónde regular y dónde dejarme llevar.
Ya dejamos el cemento y nos metemos en la tierra. Mucho más cómodo, pero miro el reloj y voy deprisa. Así que aflojo. Un ciclista con cámara, así que poso como he aprendido de los @Drinkingrunners y @contadordekm.

Me doy cuenta que en el desvío de otros años donde nos separamos de la carrera corta, este año está cortado y seguimos todos juntos. Me da en la nariz, que han cambiado el recorrido. Y un poco más allá ya los de la carrera corta tiran recto y nosotros a la izquierda.

Detrás de mí vienen dos veteranos, que dicen que por dónde nos meterán este año. Miro el reloj y veo que vamos a 5'20". Es el ritmo perfecto, así que me quedo ahí con ellos. Aunque de vez en cuando miro el reloj y la pantalla no se mueve de 5'. Miedo me da, que acabamos de pasar el km2...
Nos coge un veterano de Coslada y le decimos que se una, que contamos buenos chistes. Pero dice que va para adelante.

Antes del primer avituallamiento, cogemos a dos chicas y lo mismo, pero declinan la oferta sin una sonrisa. Hacia adelante.

Mi preocupación es cuando venga la zona de subida y que no conozco este recorrido (en realidad mi cabeza me jugó una mala pasada porque quitando la primera parte, el resto era el mismo recorrido) ya que vamos un pelín por encima de mi ritmo.

Pequeños subes y bajas. En las subidas cojo yo la iniciativa y voy un paso por delante de ellos.
Ya creo que ya los caminos pican hacia arriba. Y aún queda la mitad de la carrera. Adelantamos a varios chavalillos, que les animamos a seguir nuestro ritmo. Pero dicen que no pueden.

Tomamos el recorrido de otros años o eso me parecía. Recuerdo esa cuesta que el primer año me dejó tocadísimos los gemelos. Pillamos al de Coslada, que esta vez sí se une a nosotros y otra vez en la cuesta me pongo medio metro por delante de ellos, y yo pensando, voy a gripar el motor en cualquier momento. Cuando pitaba los kms, pasaba de mirar lo que marcaba el reloj.

Pasamos por el segundo avituallamiento y yo no cojo la botella, pues aún la tenía llena.

Sobre el km 7 pasamos a la que sería la segunda fémina, y va un poco atrancada, y la invitamos a unirse, pero dice que vamos muy rápidos para ella. Le decimos que aflojamos. Y dice que no. Unos metros más allá un chico va también medio muerto y este sí se une. Y los cinco vamos sin problemas y ya vemos el final del último repecho y el esperado giro a la izquierda para que un poco más allá sea de bajada. Decimos al chaval, que no nos dé el palo en el sprint. Y nos dice que no, que le hemos ayudado a llegar.
Aquí se nos descuelga el de Coslada y nos dice que ha sido un placer. Le animamos a seguir, que ya no queda nada. Pero nos abandona. Va muerto el pobre.

Ya entrando en el cemento de nuevo, uno de los veteranos le preguntan al chico que si es del pueblo, y nos dice que es de Palencia pero pasa el verano en casa de sus abuelos. Le decimos que esprinte, que no queda nada y que pase delante de nosotros, y que sea aplaudido por las mozas. Él en un principio no quiere, pero le convencemos con el tema de las chicas. Seguro que en el verbena ha triunfado.

Y así es, el chico recibe los aplausos, y después ya vamos los tres, que llevamos juntos desde el km 1 y pico. Nos aplauden entramos en meta, nos saludamos y quedamos para el año que viene.

El ritmo medio para los 9kms y pocos metros ha sido de 5'07". Me quedo un poco alucinado, aunque me lo esperaba cuando veía el ritmo en el reloj y salvo en la zona dura, en los demás tramos íbamos en torno a 5'-5'10". Incluso el penúltimo km por debajo de 5' y el último muy por debajo de 5'.

Mi tercera participación en esta carrera y si puedo (y si se celebra) la cuarta el año que viene.

19/7/15

Los eternos olvidados

Y este fue más o menos el monólogo que realizó mi chica en la cama antes de irnos a dormir la noche previa a mi primera media maratón, que luego transcribió en un foro. Y yo lo pongo aquí



Yo quiero hablar del otro lado de la tortilla, de los pobres incomprendidos que conviven con un runner.
Esas personas que intentar tener una vida de pareja “normal” entre tiradas largas, entrenamientos a horas intempestivas, entrenamientos a primera hora los fines de semana, tiradas cortas, fortalecimientos, estiramientos, progresivos, series, rodajes, barritas energéticas, geles-con-los-que-te-vas-patas-abajo…

Esas personas que la semana previa a una carrera, se solidarizan contigo ingiriendo toneladas de pasta que al contrario que tú, no va a quemar después, (querida operación bikini, ¡nos vemos el año que viene!).

Esas personas que, te acompañan a recoger el dorsal y la bolsa del corredor y presencian conversaciones de lo más variopintas con tus “amigos runners”, que si pronador, que si supinador, que si “el muro”,  que si liebres, que si tiempos reales y tiempos netos…  Y se quedan calladas, sonriendo, con cara de idiotas, y que se sienten peligrosamente identificadas con Homer Simpson más veces de lo que les gustaría.




Esas personas que un sábado por la noche, en vez de salir a cenar y a tomar unas cervezas como la gente normal haría, se queda contigo en casa, cena ligerito contigo y te ayuda a preparar todos los accesorios de runner (que ya le gustaría a la Barbie tener tantos…) y a ordenarlo todo y para hacer la foto pre-carrera reglamentaria y subirla a Instagram. Y del placer venéreo ya ni hablemos, “que mañana hay carrera”.

Esas personas que un domingo, llueva, haga un frío que te cagas o un sol que te mueres, en vez de quedarse en la cama hasta las mil, madrugan contigo y te acompañan hasta la salida de la carrera.

Esas personas, también conocidos como mochileros o roperos con patas, que cargan con todos tus bártulos mientras tú corres y que además, se estudian el mapa del recorrido de la carrera para ver cuántas veces te pueden ver pasar en el menor tiempo posible y sacarte la foto reglamentaria, corriendo de un punto a otro de la ciudad con unos sprints que ya le gustarían a Chema Martínez. 

Esas personas que, te esperan en la línea de meta con una sonrisa de oreja a oreja, aunque en realidad se estén muriendo de calor/frío, sueño y agotamiento.

Esas personas que se alegran más que tú mismo de que hayas conseguido bajar del tiempo que tenías previsto. 

Esas personas que, nada más verte salir con la bebida isotónica en la mano, completamente empapado en sudor y oliendo a granja de cerdos, corren a abrazarte y a decirte lo muy orgullosos que están de ti. 

Si te dicen que no hueles mal, desconfía de ellos, te la están pegando. Si reconocen que apestas pero te quieren igual, es amor verdadero, no les dejéis escapar.

Esas personas que, mientras tú te estás duchando, estiras y te buscas en las fotos oficiales de la carrera, te preparan tu comida favorita y que cuando se sientan en el sofá después de comer, sienten que en realidad la media maratón la han corrido ellos y no vosotros.

Así, que desde aquí, queridos runners del mundo, pido un poco de reconocimiento para todas esas personas.

13/7/15

Pastel de cangrejo

Esta será la primera receta que ponga en este nuestro blog. Que no todo es correr.
Es un plato muy rico e ideal para el verano, muy sencillo de preparar.

La cantidad de cada ingrediente depende de la bandeja donde lo coloquemos.

INGREDIENTES
- REBANADAS DE PAN DE MOLDE
- TOMATE FRITO
- ATÚN EN ACEITE VEGETAL
- MAYONESA
- PALITOS DE CANGREJO
- CEBOLLA
- LECHUGA

Necesitamos un bandeja donde colocar nuestro pastel. Preferiblemente con bordes. Como las de horno o un molde para preparar tartas.

El primer paso es si el pan de molde tiene corteza cortarla. Después colocar las rebanadas dentro de la bandeja y cubrir el fondo, lo mismo es necesario recortar algunas rebanadas para completar la bandeja.

Sobre esa capa de pan se le aplica con una cuchara o una lengua flexible una ligera capa de tomate para  que el pan vaya empapando
En un bol se mezcla el atún, previamente escurrido, con el tomate frito. Y se echa sobre esa primera capa de tomate. Hay que extender bien la mezcla y llegando bien a los bordes.


Una vez realizado este paso, tapamos la mezcla con una nueva capa de pan de molde.


A esta segunda capa de pan le echamos un poquito de mayonesa, una fina capa de pan, como cuando pusimos el tomate.
Para la segunda capa tenemos dos opciones de preparación. A mano o a máquina.
Si la hacemos a mano. En un bol ponemos los palitos de cangrejo cortados muy pequeñitos, la cebolla muy picada y la lechuga lo mismo. Y echamos mayonesa hasta que la mezcla quede jugosa. Después se extiende sobre la capa de pan que previamente untamos con la mayonesa y listo.

Si la opción elegida es de hacerlo con una picadora o batidora metemos los ingredientes y a darle al botón hasta que todo esté bien picado y después extender sobre el pan.



Yo he probado las dos opciones y me gusta más la de manera manual, porque los trocitos de lechuga rompen en boca.

Ahora ya solamente queda dejarlo en la nevera durante un día, porque de un día para otro está de miedo.

Buen provecho.