Próximo objetivo

Hace cosa de un año me inscribí a lo que sería mi primera media maratón.  La Rock and Roll de Madrid. Después se convertiría en mi segunda media, ya que debuté y con la verde de los DrinkingRunners en Salamanca, mi ciudad.
Fueron unos meses duros en el sentido mental, en el físico también pero más llevadero. Ya os haré un flashback en entradas posteriores de lo ocurrido en ambas medias.

En diciembre (y antes de hacer estas medias) ya tenía entre ceja y ceja otro objetivo. La Behobia-San Sebastián. Una de las carreras míticas en España y que todo corredor tendría que correr una vez en la vida. Unos de mis regalos de reyes fue una hucha donde iría introduciendo dinero cada semana y correr con todos los gastos (o parte) de la hucha mágica.

Tuve pocos problemas para conseguir el dorsal, pero una auténtica odisea fue a la hora de encontrar alojamiento.

Ahora mismo estoy llevando entrenamientos similares a los que llevé respecto a las dos medias. Salgo tres días y depende de la semana los kilómetros semanales ahora mismo están entre 25 y 30. Lo que ha cambiado es el ritmo, ahora mucho mejor, pero no es una cosa que me obsesione.
Con el calor y tal las salidas largas las estoy haciendo entre 12 y 15, para tener esa distancia más que asimilada. Cuando pase el verano ya las alargaré hasta llegar a los 17.

Tanto en los rodajes cortos como en los largos incluyo cuestas o repechos que te rompen el ritmo y coger fuerza. Porque a las cuestas no hay que tenerlas miedo. Si no no creo que me hubiera apuntado a la BSS. Miedo a la lluvia, tampoco, y después de la que cayó en la Rock and Roll.

La marca que haga no me preocupa. Saldré a pasarlo bien, que es una carrera que invita a ello. Y sobre todo sumar 20 kilos para la causa de #kmsxalimentos.